Es la especialidad odontológica que estudia la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y condiciones que afectan los tejidos que dan soporte a los órganos dentarios.
Las enfermedades periodontales son un conjunto de enfermedades que afectan a los tejidos que rodean y sujetan a los dientes en los maxilares. Son enfermedades de naturaleza inflamatoria y de causa infecciosa.
Cuando el proceso inflamatorio afecta a los tejidos periodontales profundos, se produce destrucción del hueso y del ligamento periodontal que son los tejidos que soportan y sujetan los dientes. A este grado de afectación lo denominamos periodontitis.
Para solucionar la periodontitis se realiza una limpieza en profundidad del diente, la encía y la zona dental bajo la encía, con el objetivo de eliminar toda la placa bacteriana. Al finalizar el tratamiento, la encía vuelve a adherirse a los dientes.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS FRECUENTES
Son enfermedades de naturaleza inflamatoria y de causa infecciosa (causadas por bacterias) que dependiendo de su grado de afectación las denominamos gingivitis, cuando el proceso inflamatorio solamente afecta al periodonto superficial (la encía) y no están afectados los tejidos que sujetan el diente.
Cuando el proceso inflamatorio afecta a los tejidos periodontales profundos, se produce destrucción del hueso y ligamento periodontal que son los tejidos que soportan y sujetan los dientes. A este grado de afectación lo denominamos periodontitis.
Existen varias fases de la periodontitis desde las fases iniciales a las más avanzadas. Si la periodontitis no se trata evoluciona destruyendo todo el soporte del diente y con ello el alojamiento y perdida del mismo. Por tal motivo es importante detectar la periodontitis y tratarla en sus estadios más iniciales.
- Gingivitis: Cualquier afectación periodontal comienza en la encía. Ésta pasa de color rosado a rojo intenso, aumenta ligeramente de tamaño, duele levemente y sangra al cepillarse los dientes.
- Periodontitis inicial: La encía se retrae, es decir, los dientes parecen más largos. Se pueden apreciar grandes depósitos de sarro en los dientes, sobre todo en la parte frontal inferior.
- Periodontitis moderada: Existe una ligera movilidad de los dientes. A veces los dientes se desplazan y se crean espacios entre ellos. Las encías aparecen enrojecidas y sangran con facilidad. La halitosis (mal aliento) y mal sabor de boca son característicos. En ocasiones las bebidas o alimentos muy fríos o muy calientes producen dolor.
- Periodontitis avanzada: Todos los síntomas anteriores se acrecientan. Los dientes se mueven en exceso hasta que se terminan por caer. La encía sangra abundantemente y duele, lo que impide al paciente cepillarse correctamente los dientes, hecho que agrava aún más el problema.
Con el tiempo los dientes acabarán perdiéndose, bien por la necesidad de extraerlos debido a su inestabilidad o bien por caerse prácticamente solos.
Las bacterias por si mismas no son capaces de provocar las consecuencias de estas enfermedades, sino que necesitan de un individuo susceptible (predisposición genética) y un medio ambiente adecuado (factores como tabaco y estrés son factores de riesgo muy importantes en la colonización de estas bacterias).
Una parte de las gingivitis, aún en ausencia de tratamiento, no progresan a la destrucción de los tejidos periodontales de soporte dentario (periodontitis).
La periodontitis es muy rara en jóvenes y adolescentes (aproximadamente 1 caso/10.000). Sin embargo su frecuencia aumenta con la edad. Afecta aproximadamente a 80% de la población adulta con más de 35 años.
Por lo tanto, es una enfermedad relativamente frecuente en adultos y su frecuencia aumenta claramente con la edad.
En otros casos la evolución puede ser más lenta, pero si no se tratan adecuadamente Puede llegar a perder también sus dientes.
Igualmente, esta demostrada una clara asociación entre periodontitis y riesgo de infarto de miocardio y riesgo de niños prematuros y de bajo peso en mujeres embarazadas.
Estas infecciones también pueden representar un grave riesgo a pacientes inmunodeprimidos (pacientes con defensas bajas, tal como ocurre en pacientes en tratamiento de cáncer, pacientes con SIDA, etc…).
El paciente debe ser consciente de su problema y asumir que, tras el tratamiento inicial, al menos una vez al año debe acudir al dentista a realizarse limpiezas de mantenimiento, durante el resto de su vida.
La higiene oral es fundamental para tratar este tipo de problemas. Sólo de este modo se consigue una terapia eficaz.
El tratamiento básico, consiste en la limpieza exhaustiva de las encías por medio de un aparato de ultrasonidos, curetas (instrumentos de barrido) y pulidores. Todo esto va encaminado a eliminar toda la placa bacteriana causante del problema. El paciente es capaz de limpiarse la parte de los dientes expuesta en la boca, pero no puede acceder a la parte de diente que se encuentra por debajo de la encía. Esta tarea es la que va a realizar el odontólogo, de modo que tras la limpieza, la inflación decrece y la encía vuelve a adherirse al diente formando una barrera para que no pasen las bacterias.
El tratamiento básico se realiza por partes. La boca se divide en 4 cuadrantes, cada uno de los cuales se trata en diferentes sesiones. Cada sesión de limpieza se realiza bajo anestesia local, de modo que no duele. Su duración es de unos 45-60 min. Al finalizar la sesión y remitir el efecto anestésico, el paciente refiere muy pocas molestias, y en 3 ó 4 días el estado de las encías mejora asombrosamente.
A partir de este momento será el paciente quien deba mantener la salud de sus encías y acudir a revisiones periódicas cada 4 o 6 meses.
El tratamiento regenerativo, en casos graves, cuando la afectación es muy acusada y se ha prolongado en el tiempo, el paciente ha experimentado una pérdida considerable de hueso. En estos casos, antes de cualquier tratamiento restaurador, es preciso reponer en la medida de lo posible las estructuras perdidas. Para ello se hace uso de diversos biomateriales: membranas, amelogenina, hueso, etc.
Todo ello se combina de manera eficaz para restituir la anatomía perdida.
- Hilo Dental: Use el hilo dental para remover los gérmenes y partículas de comida entre los dientes. Enjuague.
Forma de sostener el hilo dental.
Para quitar la placa entre los dientes superiores use el hilo moviéndolo de arriba a abajo.
Para quitar la placa entre los dientes inferiores use el hilo moviéndolo de arriba a abajo.
* ¡Nota! Introduzca el hilo entre los dientes suavemente. No lo ‘meta de golpe’, esto podría herir las encías. - Cepillo de Dientes: Use cualquier método de cepillar los dientes que le sea más cómodo, pero no los frote con fuerza de un lado a otro. Pequeños movimientos circulares y movimientos cortos de un a otro lado es lo mejor. Enjuage.
Para prevenir las caries, lo que se pone en el cepillo es lo importante. Use una pasta dental con fluoruro. El fluoruro protege los dientes contra las caries.